Evolución de la barriga en el segundo embarazo, de la semana 37 a la semana 40

Escribo este post a menos de 24 horas de hacer el ingreso en el hospital, mañana miércoles 18 de Noviembre de 2015 a estas horas, estaré ingresada para, ¡POR FIN!, dar a luz a mi pequeño Batusito, mi segundo retoño, ya que me hallo en la SEMANA 40+2 del segundo embarazo, estando al límite de una diabetes gestacional, con una intolerancia alta a los hidratos, y con el antecedente de una anterior cesárea, no podemos esperar más.

Tras mucho meditarlo, me voy a someter a una técnica algo novedosa que no se práctica en todos los hospitales, para intentar que sea un parto vaginal y lo más respetado posible, pero para saber más, tendréis que esperar, os lo contaré a mi vuelta…

Así que esta es mi última tanda de fotografías semanales de la barrigota, cuando me veo en las fotos mientras las edito, y estando sentada como estoy, me da cierta nostalgia el «deshacerme» de ella, pero ¡nada más lejos de la realidad!, es ponerme de pie para ir al baño, o para dar cuatro pasos, y esta penita desaparece en cero-coma >.<

Vamos con los síntomas desde la semana 37 hasta la 40 del embarazo.

SÍNTOMAS

PESADEZ EXTREMA: Llegados a este punto, SEMANA 40+2, con 22 kilámenes a tus espaldas, y con un bebé que está en casi 4 kilos (3,750 kg), el cual no conocía, ya que como os he contado en varias ocasiones, con Batusi no llegué más de la SEMANA 37, y la barriga era bastante (aunque no mucho) más pequeña, además se une el antecedente de que los médicos me han hecho ciertas ilusiones con que era muy probable (o no…) que no llegara a término, tanto por la cantidad de líquido amniótico que tengo, como por la rotura de bolsa prematura del anterior emabarazo, y claro, ahí te hallas tu, desde la SEMANA 37 escuchando tu cuerpo, esperando esa rotura de bolsa, esas contracciones, ese no pasar de la SEMANA 37, que nunca han llegado.

ARDORES: Es raro, porque en estas últimas semanas se han intensificado los ardores, eran muy latentes a mediados del embarazo, luego desaparecieron, y ahora han vuelto a aparecer.

DOLOR INSOPORTABLE EN EL PÚBIS: Hasta el punto de que a veces no puedo NI ANDAR, me tengo que parar y sentarme donde me pille porque es, en serio, IN-SO-POR-TA-BLE, la gravedad del bebé está ahí, haciendo fuerza hacia abajo, y esa zona es la que más se resiente.

HINCHAZÓN DE MANOS, PIES Y CARONCHO: Los tobillos son lo que más está sufriendo este hinchazón, pero no hay nada que no pueda contrarrestar un buen masajito en los pies del padre de las criaturas…

PELO MUY GRASOSO: Sigo sin encontrarle la lógica a esto, mismo champú de siempre, mismo tratamiento, misma agua (la de Valencia es un asco de la cal que tiene), pero tengo que pasar todos los días a remojo con el pelo, se hace bastante agobiante porque al tenerlo tan largo y hacer frío, me veo en la obligación de secármelo (tardo unos 20 min), no es como en verano, que sales de la ducha y te vas a la calle con el pelo mojado, ya se secará al aire, esperemos que con post parto mejore y no empeore…

MOVIMIENTOS DEL BEBÉ MUY ESCASOS: Pobrecito ya no tiene prácticamente nada de espacio, y se mueve muy poquito, y lo poco que se mueve me hace bastante daño, no imagino lo apretujados que tienen que estar ahí el bebé y todos mis órganos vitales.