MATERNIDAD

OPERACIÓN VACUNAS

Si, tenía que llegar, ¡y mira que lo sabía!, pero francamente no quería hacerme a la idea, sabes que tiene que pasar si o si, ese momento que tiene fecha y hora en tu calendario, que lo pasas mil veces peor tu que la criatura, ese momento al que te has estado preparando psicológicamente unos días antes, (o yo al menos), y una vez allí dentro, te das cuenta de que tanta preparación mental no te ha servido para nada, que eres débil, y te derrumbas, así, sin más, ese momento que mientras vistes a tu cachorrillo en casa, te estas como ‘excusando‘ diciéndole canturreando a un bebé de dos meses, (que por su puesto no tiene lo idea de lo que le hablas, pero que tu se lo dices igual, por si acaso sabes… 😀 )

Cariño mío, es por tu bien, para que no te pongas malit@‘, ó, ‘Ya verás como ni te enteras mi amor, ¡sí es sólo un pinchazito!…‘, ó ‘Mami te quiere mucho eh…‘, si amigas si, llegó el momento, vacunas.

Para allá que iba yo, acojo**ita perdía, con el Prevenar, (la vacuna opcional que no entra por la SS para prevenir la meningitis), metida en mi nevería toda mona, es lo que tiene tener una amiga farmacéutica, que además de hacerte un 15% de descuento en la vacuna, me la trae con estas monerías 😉
(78€ es su precio, si tienes enchufe directo como aquí la menda, pues pagas 60€ con el Apiretal incluido), luego teníamos el Rotateq, la segunda opcional que tampoco entra por la SS, esta no es pinchada, sino bebida, para prevenir la gastroenteritis, esta última no se la hemos puesto a Batusi, aconsejados por el pediatra, que nos dijo que sí no la vamos a llevar a la guarde en el primer año, no es necesaria, y así lo hemos hecho, el precio que es igual que el Prevenar, unos 78€, more or less

Además de estas dos, a los dos meses le pinchan otras dos que sí entran por la SS, en total tres pinchazos le han puesto a Batusi, se ha portado súper bien, y en las dos primeras no ha llorado apenas, se ha quejado y gruñido un poco, pero en la tercera y última, la pobre ha pegado un grito flipante, y ahí ha sido cuando la débil y blanda de su madre se ha venido abajo, y ha soltado unas cuantas lagrimitas, ¡Buf! ¡¡Me ha dolido mil veces más a mi que a ella!!, menos mal que enseguida se le ha pasado, y en cuanto La Enfermera O’Neill, (no, no es la ultima peli de Demi Moore) ha pinchado la he cogido en brazos, y ha dejado de llorar al momentito 🙂 , aunque lo primero que he hecho ha sido decirle si podía ponérmela en el pecho a mamar como ya comenté en este post, evidentemente la respuesta de tal personaje antipático ha sido un rotundo NO.

Ahora que he mencionado a La Enfermera O’Neill,no puedo pasar este post, sin lanzar una queja desde aquí, de alguna de la ‘gentuza‘ (por usar un calificativo suave), que hay tanto en los hospitales, como en ambulatorios públicos, que al sacarse la carrera de medicina en su día, se les pasó doctorarse en ‘comprensión y amabilidad con el paciente‘, hay personas que trabajan en la Sanidad pública que se les olvida con facilidad, que están tratando con gente enferma, que segura estoy, preferirían estar tomándose una cervecita en un bar, que estar ahí, cada uno con lo suyo, aguantando y viendo tu careto agrio de come limones, y en mi caso, con una madre novata que lleva a su bebé de dos meses a que le pinchen ¡3 vacunas!, no se señora Enfermera O’Neill… ¿Ha pensado usted que a lo mejor, y sólo a lo mejor, esté un pelín nerviosa, y tengo cien mil preguntas que hacerle?, preguntas a las que tiene la obligación de responder, tantas veces como hagan falta, por que además de ser su obligación, parte de mis impuestos pagan sus salarios, sino recuerdo mal…

No ha sido la primera vez que trato con algun@ de estos come limones, a mi madre, mi chico, mis amigas, a todos les ha pasado alguna vez el toparnos con chusma como esta, yo desde lo ocurrido hoy en la consulta del pediatra, (del cual estamos encantados), he decidido no callarme más, aunque hace un tiempo que tengo Seguro Privado, y no visito apenas la SS, la próxima vez que lo haga mi queja irá por escrito, por que hay profesionales en la medicina que se merecen un monumento por su trabajo, ¡buenísimos!, pero hay otros… Que se merecen pasar a formar parte de esos cinco millones de personas, que engordan las listas del paro.

Dicho esto, ¡que agustico me he quedaó! 😀

¿Cómo lo pasasteis vosotras cuando llevasteis a vuestros retoños a sus primeras vacunas?, ¿fuisteis tan tontinas como yo y soltasteis alguna lagrimita?, ¡contad, contad! 😀

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