Vacaciones en Asturias con niños, Gijón, Luanco, Cabo Peñas…

Si has seguido de cerca nuestras vacaciones por el Norte de España, sabrás que esto ha sido tan intenso, hay tanto que ver y tanto que enseñar, que he decidido separar las vacaciones en Asturias por partes, puedes ver Villar de Vildas y la ruta a las Brañas de La Pornacal, y la excursión a los lagos de Saliencia y el rescate de un montañero perdido, hoy toca enseñarte costa, playas y paisajes de cuento.

Aunque nuestro alojamiento estaba en el Parque Natural de Somiedo, ya en Valencia cuando estábamos organizando los días, estaba claro que uno iba a ser a Gijón y alrededores, ¡teníamos muchas ganas de conocer esta ciudad!, no defraudó, ¡qué bonita es!, sus playas son una auténtica maravilla para la vista.

Desde Villar de Vildas (donde teníamos la casa) hay 1h y media de coche hasta Gijón, este día empezó de una manera inmejorable, ¡VIMOS UN OSO PARDO EN PLENA LIBERTAD!, gracias al madrugón que nos dimos PAPArracho y yo, pudimos verlo pasearse por delante de nuestra casa, fue un pasote, te dejo el vídeo del momento, aunque tengo que decir que en vivo con la retina del ojo se veía infinitamente mejor.

Oso paseando por Villar de Vildas

Como digo, madrugamos los dos ya que la jornada iba a ser muy intensa y debíamos aprovechar a tope el día, teníamos 3h de coche entre ida y vuelta para ver la zona de costa, así que mientras los peques dormían, nosotros lo preparamos todo para partir a las 9 de la mañana como muy tarde hacia Gijón, levantarse a las 7 de la mañana estando de vacaciones debería estar castigado por ley jajaja pero bueno, la jornada lo requería, y gracias a levantarnos tan pronto pudimos ver al oso pardo.

Cuando llegamos a Gijón, y después de venir de la más absoluta paz y tranquilidad en Somiedo, me recordó mucho a mi Valencia querida, por el tumulto, las aglomeraciones de gente, y lo que viene siendo el turismo de ciudad, fuimos directamente  a la playa de San Lorenzo, la más conocida y digamos que es el epicentro de la ciudad, salió nublado y hacía frío, véanse nuestras sudaderas, pero aún así Batusi insistió en ir a mojarse los pies al Cantábrico, así que para allá que nos fuimos las dos.

GIJÓN, PLAYA SAN LORENZO

Me llamó la atención que con el viruji que hacía, había gente tomando el sol e incluso alguna bañándose, un día como ese en Valencia y no habría ni el tato en la playa jajaja… si has viajado al Norte sabrás que el agua de allí está H E L A D A, si la comparamos con el Mediterráneo claro…

Dimos un paseito por la ciudad, cogimos el coche y nos fuimos hacia Cabo Peñas (a 30 minutos en coche), el cual tenía muchas ganas de conocer también, pero antes hicimos parada en Luanco, un pueblecito pesquero PRECIOSO que mis padres nos habían recomendado visitar, nos enamoró, allí comimos en el bar Gabiana en una terracita frente al mar, posiblemente los calamares más ricos que haya comido en mi vida, ¡qué ricochura!, ¡estaban de muerte!.

PARADA PARA CONOCER Y COMER EN LUANCO

Cuando llegamos había marea baja, de ahí que se vean las rocas y que hubiera gente pescando con ganapanes, antes de seguir nuestro camino a Cabo Peñas después de comer y dejar Luanco, el mar casi llegaba hasta la pared del paseo marítimo, esto es un fenómeno de la naturaleza de la zona Norteña de España que nunca dejará de sorprenderme, la subida y bajada de la marea, en el Mediterráneo, el mar que tenemos aquí en Valencia esto no pasa.

Me puse fina-filipina a hacer fotos…

Playa de Luanco

¿Qué me dices, precioso verdad?, pues el día aún nos deparaba una maravilla para a vista, Cabo Peñas.

CABO PEÑAS, O CÓMO LIARLA PARDA LOS BATUSITOS…

¿Recuerdas cuando conté en este post la que nos lió el pequeño Batusito?, pues no fue esporádica aquella situación, está en pleno proceso de rabietas, y como niño que es, las coge cuando, donde, como y porque quiere, tal cual, y Cabo Peñas no iba a ser una excepción, ¿qué mi madre tiene mil ganas de verlo?, pues allá que me voy a liarla parda, y si encima se une mi hermana, ¡pues fiestaaaaaaa!.

Agosto y Cabo Peñas es sinónimo de gente, aunque no se si quizá por la hora (las 18h) no estaba excesivamente masificado, había gente si, pero se podía ver perfectamente sin agobios, pues bien, Batusi decidió que ya era mayor, y que tenía total libertad para ir a los sitos ella sola, sin padres, como decía ella, a esto añádele que el hermano quería ir al suelo A TODA COSTA, obviamente en un cabo donde después de unos barrotes de madera hay un precipicio al vacío, pues como que sólo andando no podía ir, así que a brazo de papi o mami y a ver aquella maravilla de la naturaleza, pero la idea no le gustó lo más mínimo…

Entre los berridos del pequeño, y que la mayor se iba ella sola a su bola nos pusieron de los nervios, no pudimos ver el Cabo tranquilamente como el resto de los mortales, ¡no no!, tuvimos que hacerlo uno corriendo detrás de una niña que se nos iba del alcance de la vista porque ya es mayor, y el otro con unos gritos que dejaban sordo al personal en 200 metros a la redonda, ¿te imaginas unos gritos desgarradores, en un lugar donde reina el más absoluto silencio, y sólo se escucha el romper de las olas contra las rocas?, pues eso, que no pasamos indiferente absolutamente a nadie, pero oye, que Cabo Peñas precioso eh… jajaja…

Aún así algunas fotitos nos dio tiempo a tomar, ¡cómo me gusta trabajar bajo presión! jajaja…

Me encantan los faros, tienen un aire misterio que me flipan, creo que un poco condicionada por las películas de terror en las que las escenas de suspense se suceden en ellos.

Por último y antes de volver hacia Villar de Vildas, nos desviamos por un caminejo, y acabamos en la preciosa playa de Xagó.

PLAYA DE XAGÓ, GIJÓN

El día como ves dio para mucho, ¡pero mucho mucho!, lo pasamos fenomenal, nos encantó la zona costera, volveremos sin duda otro año para conocer más a fondo las preciosas playas Asturianas…